Salí temprano de mi casa... bah, era la madrugada de este lunes frío que aunque no comienza el invierno si se siente ese aire helado que nos pronostica que esta pronto a llegar. Como decía, salí temprano de Alvear rumbo a Mendoza, la capital de mi provincia, a un congreso al cual me mandaron desde la institución donde estudio. Como siempre me pasa cuando viajo en colectivo, ni bien arranca el motor, me acomodo en mi estrecho... muy estrecho asiento...piernas dobladas tratando de encajar en el pequeño espacio debajo de mi asiento trasero, hacia un costado, hacia el otro, probando encontrar ese rinconcito aplastado en la butaca donde intento mantenerme cómoda pero que resulta poco probable; y pruebo dormir... aunque sea unas horitas, unas eternas 4 horitas que dura el viaje. Desde luego uno no duerme en los viajes, de alguna manera se las ingenian para mantenerte en posiciones extrañas en las cuales se dificulta el descanso. Hacia mucho tiempo que no viajaba a Mendoza, ya en un...
Comenzando en el arte de coser junto a mamá.